Recientemente Azemar Aragón celebró asamblea general. Se abordaron cuestiones como el proyecto FES, la app Juego Responsable de COFAR y aspectos tributarios. Hablamos, EN EXCLUSIVA, con su presidente Alfredo Llop sobre los objetivos del recreativo maño para el próximo año y los factores que pueden representar un obstáculo para el negocio.
¿Cuáles son los objetivos de Azemar Aragón para 2025?.
En el plano tributario seguiremos insistiendo para que se autorice el devengo trimestral, el cual estaba prevista su implantación, a través de una modificación legislativa, en el proyecto de presupuestos para 2025, pero debido a la más que probable prorroga de los actuales presupuestos, no será de aplicación en el próximo ejercicio.
Y en línea legislativa, estaremos a la espera de la publicación del proyecto del Reglamento General de Juego, que compilará los diferentes reglamentos vigentes, tal y como dispone la Disposición final segunda, de la Ley 9/23 que modifica la Ley de Juego, que la Dirección General de Interior, debe desarrollar.
Asimismo, continuar en la línea de implantación de programas de juego responsable como la nueva APP para móviles “Juego Responsable 4.0”, que ofrece una formación continua a los responsables de los establecimientos de hostelería.
También Azemar Aragón, fue uno de los patrocinadores, para la presentación del “Proyecto Fes”, en la Comunidad Autónoma de Aragón, el pasado mes de octubre.
¿Cuál es la principal amenaza/obstáculo/peligro para el recreativo maño?.
En la actualidad hay un nuevo modelo de hostelería y esto supone un desafío importante para las empresas operadoras que siempre han trabajado con establecimientos clásicos. Una posible solución podría estar en manos de los fabricantes, ofreciéndonos productos distintos, que se puedan ajustar a este tipo de nuevos establecimientos.
¿El parque de máquinas a final de año va a experimentar una merma, un mantenimiento o se ha ampliado?.
No dispondremos de ese dato, hasta que la Dirección General de Interior, publique la memoria anual del Juego en Aragón, que suele ser en el segundo trimestre del año.